miércoles, 30 de julio de 2014

Gaza sufre la jornada más sangrienta sin un alto el fuego a la vista.


Al menos un centenar de palestinos murieron ayer en bombardeos en Gaza, en la que es hasta ahora la jornada más sangrienta de la ofensiva bélica emprendida por Israel el 8 de julio, en medio de nuevas expectativas de un posible alto al fuego humanitario, que no acaba de llegar.
Durante la pasada noche y al despuntar el alba, la marina de guerra, la aviación y la infantería israelíes recrudecieron los ataques en todo el territorio de la Franja, incluido el centro de la ciudad de Gaza.
Viviendas, centros de prensa, zonas de cultivo y mezquitas fueron alcanzados por morteros y misiles israelíes, que causaron la muerte de al menos un centenar de personas y heridas de diversa consideración a 500 más.
Los bombardeos afectaron a varias viviendas del campo de refugiados de Al Bureij, en la región central de Gaza, donde perecieron 17 personas.

Entre ellos, el alcalde del vecindario, Anis Abu Shamalah, varios menores y mujeres.
El Ejército israelí atacó también la residencia de Ismail Haniye, el ex primer ministro de Hamás y vicepresidente del movimiento islamista, que fue completamente destruida, así como oficinas de medios vinculadas al grupo.
Además dejó a la población, calculada en 1.8 millones de habitantes, en la oscuridad al atacar e inutilizar la única central eléctrica de la Franja, que tras resultar incendiada suspendió su actividad.
Según explicó a Efe una fuente del Ministerio de Infraestructuras de la Franja, aviones israelíes dispararon contra un tanque de almacenamiento de combustible en las instalaciones de la planta.
Responsables de la compañía eléctrica advirtieron de que la planta "quedó inútil" y dejó de producir electricidad en un territorio donde solo el 20 por ciento de la población disfrutaba de cuatro horas diarias de suministro.
Además, varias líneas eléctricas procedente de Israel también han sido dañadas durante la ofensiva, elevando la alerta sobre la situación de emergencia humanitaria de la población y con el riesgo de que la escasez de energía afecte a la prestación de servicios médicos de urgencia.
Las sirenas siguieron sonando hoy en regiones del sur de Israel alertando del disparo de cohetes por milicias palestinas, que desde el inicio de la operación superan los 2.600, según informó el Ministerio de Defensa israelí.
Las tropas israelíes mantuvieron por su parte la ofensiva dentro del perímetro de la Franja y en sus inmediaciones.
En la zona, según un comunicado del Ejército, "sus fuerzas identificaron a cinco terroristas emergiendo de un túnel excavado desde la Franja".

"Los terroristas dispararon a las tropas, que respondieron (...) Además, las fuerzas descubrieron munición, incluidos rifles de asalto AK-47, ametralladoras y artefactos explosivos", agregó el comunicado.
En el plano diplomático, la intervención internacional no logra todavía poner coto a un conflicto que ha causado ya la muerte a 1,230 personas, en su mayoría civiles palestinos, y más de 6.700 heridos.
Desde que comenzó la operación en Gaza también han muerto 53 soldados israelíes.