jueves, 2 de abril de 2015

Presentan Cargos por corrupción contra senador MENENDEZ en estados unidos, podría ir a la cárcel.


WASHINGTON – El senador Robert Menéndez, de Nueva Jersey fue acusado por cargos de soborno el miércoles en lo que los fiscales dijeron que era un plan para intercambiar favores políticos por unas vacaciones de lujo, salidas de golf y vuelos caros escribe en su artículo Matt Apuzzo de The New York Times.

La acusación, que incluye los primeros cargos federales por soborno contra un senador actuante en una generación, pone en peligro el futuro político del señor Menéndez y conlleva una posible condena de 15 años de prisión por cada uno de los ocho cargos de soborno.

Menéndez, un demócrata, ha negado haber actuado mal y se comprometió a luchar contra las acusaciones. “Así no es como mi carrera se va a acabar”, dijo durante una conferencia de prensa en Newark el miércoles por la noche.

La investigación federal sobre Menéndez era muy conocida y se esperaban los cargos. Pero las acusaciones en las 65 páginas del documento son mucho más amplias y más graves de lo que se había conocido públicamente.

El departamento describe a las oficinas del señor Menéndez en el Capitolio como un centro de actos de corrupción, un lugar donde el senador utilizó a su jefe de personal para solicitar donativos del doctor Melgen, averiguar lo que quería a cambio y asegurarse de que todo se hizo.

Entre los favores, el departamento dijo que, alentó al gobierno de Obama a cambiar la política de reembolso de Medicare de una manera que el Dr. Melgen haría millones. Los fiscales dijeron que también trató de forzar un acuerdo de seguridad portuaria en el cual el Dr. Melgen tenía participación, y ayudó a las novias extranjeras del cirujano a obtener visas para viajar a Estados Unidos.

Un cargo de soborno está entre las acusaciones más graves de corrupción que el gobierno federal pudiera hacer. Los fiscales suelen optar por presentar un cargo menor de aceptar una propina, que es más fácil de probar. Un soborno equivale a la compra de un acto oficial, mientras que una propina es una forma de ganarse el favor de funcionarios poderosos.